Proteger la biodiversidad y regenerar los recursos naturales: las finanzas éticas pueden suponer una contribución significativa y ofrecer al mismo tiempo respuestas sostenibles en términos de crecimiento económico, salud y bienestar.
Proteger la biodiversidad y el desarrollo sostenible: por qué van de la mano
La diversidad biológica supone riqueza. Riqueza de vida, de plantas, animales y microorganismos capaces de generar ecosistemas estrechamente relacionados en la biosfera. Un todo complejo y vital en el que interaccionan todos los seres vivos, incluidos los humanos.
Proteger la biodiversidad –a través de un desarrollo realmente sostenible– significa preservarnos a nosotros mismos y al ecosistema del que formamos parte, al tiempo que protegemos la salud y la seguridad alimentaria de todos, respetando las capacidades regenerativas naturales del medioambiente.
El cambio climático
Nuestro planeta está experimentando cambios climáticos que se manifiestan en todas las latitudes. Condiciones extremas como sequías, olas de calor (como las que azotaron Europa en el verano de 2022), lluvias torrenciales, inundaciones y corrimientos de tierra son cada vez más frecuentes. La subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y la pérdida de biodiversidad son otras consecuencias del ritmo acelerado del cambio climático.
Por ello, los objetivos del Acuerdo de París de 2015 –Agenda 2030– de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura del planeta a no más de 1,5 °C son ahora imperativos.
Los retos del futuro
Las principales organizaciones internacionales llevan mucho tiempo trabajando en la protección de la biodiversidad. Los objetivos 14 y 15 de la Agenda tratan precisamente de proteger, restaurar y fomentar el uso sostenible del ecosistema marino y terrestre, gestionar de forma sostenible los océanos y los bosques, limitar la acidificación del agua y la desertificación del suelo y contrarrestar la pérdida de diversidad biológica. Pero, ¿cómo aplicar estas declaraciones de principios a la realidad en la que vivimos?
La cuestión energética y la neutralidad del carbono
El principal reto hace referencia a la transición energética. El tema está a la orden del día en todo el mundo y con especial atención en el continente europeo. De hecho, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha puesto el foco sobre el abastecimiento energético, demostrando no solo la necesidad de liberarse de la dependencia de un único proveedor, sino también de aprovechar la oportunidad de este choque energético para iniciar un alejamiento serio de los combustibles fósiles.
Promover la transición hacia un mundo con bajas emisiones de dióxido de carbono es una prioridad para todos, que requerirá un compromiso considerable y grandes sacrificios. Según un estudio de Swiss Re, alcanzar la neutralidad cero de carbono en 2050 –es decir, el equilibrio entre las emisiones de CO2y su absorción mediante una combinación de procesos naturales y tecnológicos– requerirá un volumen de inversión mundial de 271.300 mil millones de dólares.
Cómo las finanzas éticas pueden respaldar el cambio
Las inversiones ESG –activas en áreas de las finanzas que anteponen el medioambiente (Environment), la sociedad (Society) y el gobierno corporativo (Governance)– son la aplicación del concepto de sostenibilidad al mundo de los negocios.
Las finanzas éticas sitúan a las personas y al medioambiente en el centro de sus actividades de préstamo e inversión, llevando así los métodos habituales de evaluación económica (relación riesgo-rentabilidad) hacia la ética y la sostenibilidad.
Bono verde: más de 8.000 toneladas de CO2 ahorradas
Entre los instrumentos financieros disponibles para la financiación ética se encuentran los bonos verdes, también conocidos como Green Bonds en inglés. Estos se crearon en 2007 e invierten ampliamente en proyectos que tienen un impacto positivo en el medioambiente: producción de energía a partir de fuentes limpias y renovables, uso sostenible del suelo, construcción de edificios ecológicos, transporte de impacto cero, protección del medioambiente y la biodiversidad, economía circular y tratamiento y reciclaje de residuos. Según las cifras del Informe de Impacto de Etica Funds, se han ahorrado 8.509 toneladas de CO2: una cantidad equivalente a la emitida por el consumo eléctrico de más de 1.500 hogares en un año.
Protección de la biodiversidad, Etica Funds pide a la COP15 normas más estrictas
Etica se encuentra entre los signatarios de una carta en la que se solicita a los Estados firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) que elaboren un conjunto de normas, que se conoce también como Marco Global para la Biodiversidad (GBF), más sólido y ambicioso.
En 2022, Etica Funds firmó la Declaración de los Inversores sobre el Cambio Climático 2022 para instar a los gobiernos a llevar a cabo acciones políticas específicas sobre el tema.
La declaración, firmada por Etica Funds y unos ochenta inversores institucionales de todo el mundo, se publicó antes de la COP15, la decimoquinta Conferencia de las Partes de la Convención.
La firma es una oportunidad para influir en la adopción de un marco con objetivos claros, orientado a la acción y que pueda incluir al sector privado.
“Como instituciones financieras, reconocemos la necesidad de proteger y conservar la naturaleza para las generaciones futuras“, dice la Declaración. Asimismo, añaden los firmantes, “la pérdida de biodiversidad tendrá enormes consecuencias para la economía global y nos expone a riesgos de mercado, de crédito, de liquidez y operativos. No es posible generar valor para nuestros clientes sin una biosfera sana“.
Léanse las Advertencias legales.