El manifiesto, promovido por Banca Etica, Etica Sgr, Navdanya International y Fondazione Triulza, indica un nuevo camino para superar la crisis medioambiental y económica que azota el planeta, en un momento en que al suelo urbanizado, de aquí al 2030, se añadirá una ciudad del mismo tamaño que toda Sudáfrica. La tierra fértil se erosiona a una velocidad entre 10 y 40 veces superior a su capacidad de regeneración. El 40 % de las guerras de los últimos 60 años han estado causadas por el clima, el suelo y los recursos.
El manifiesto Tierra Viva es fruto del trabajo y de la elaboración – guiada por el ambientalista Vandana Shiva- de un grupo de investigadores y expertos procedentes de todo el mundo, entre ellos Luc Gnacadja, antiguo secretario de la Convención de la ONU de lucha contra la desertificación; Andrea Baranes, economista; y Nnimmo Bassey, premio Nóbel alternativo.
En la visión propuesta por el manifiesto la agricultura desempeña un papel determinante. La nueva agricultura devuelve fertilidad al terreno mediante métodos biológicos. Garantiza precios justos a los agricultores de modo que puedan permanecer en sus tierras para seguir produciendo comida destinados a los ciudadanos y las comunidades. Sustituye el proceso lineal de explotación del suelo y de los recursos por un proceso circular de restitución que garantiza la resiliencia, la sostenibilidad, la justicia y la paz. Es una agricultura que puede generar una nueva economía y una nueva democracia: la democracia de la Tierra.
En el futuro propuesto por el Manifiesto las finanzas deben ser un instrumento al servicio de las personas y de la economía real: mediante la separación de los bancos comerciales de los bancos de inversión, la tasa sobre las transacciones financieras, la prohibición del uso especulativo de los derivados sobre las materias primas y sobre la comida.
Las palabras de los protagonistas de la presentación del 2 de mayo
Vandana Shiva, líder de Navdanya International: «La economía, que forma parte de la sociedad, se ha puesto por encima de la sociedad, fuera del control democrático. El bienestar de las personas y de las comunidades se ha sustituido por el bienestar de las multinacionales, mientras que la producción real ha sido reemplazada por la abstracta multiplicación del capital. El resultado es la desaparición de la democracia y el aumento de los desequilibrios económicos. Se necesita un nuevo pacto que reconozca que somos el suelo: venimos del suelo, estamos sostenidos por el suelo. Cuidar la tierra es el trabajo más importante que los agricultores pueden desempeñar. El mensaje que lanzamos desde el importante escaparate de Expo es alto y claro: la nueva democracia es la democracia de la Tierra»
Ugo Biggeri, presidente de Banca Etica y de Etica Sgr: «Banca Etica y Etica sgr trabajan en red con las principales instituciones que en todo el mundo intentan dar vida a unas finanzas al servicio del desarrollo sostenible en el interés de todas las personas y de nuestro planeta. Desafortunadamente, en las últimas décadas las finanzas especulativas no han dudado en utilizar también bienes básicos como la comida para especular y aumentar los beneficios de pocos en perjuicio de poblaciones enteras. Pedimos que las materias primas alimentarias se dejen al margen de los mercados especulativos, algo que hace que los precios de los alimentos sean volátiles y con frecuencia inaccesibles o injustificadamente caros. En nuestras inversiones excluimos todas las multinacionales que producen OGM, explotan el suelo indiscriminadamente, contaminan y especulan con la comida. En cambio, damos crédito a muchos pequeños empresarios que deciden cultivar la tierra con métodos biológicos, respetando el medio ambiente y los derechos de los trabajadores, creando un retorno positivo para la propia comunidad».
Sabina Siniscalchi, Vicepresidente Vicario Fondazione Triulza: «Las organizaciones de la sociedad civil operan en los lugares donde se manifiestan con más virulencia los problemas asociados a la nutrición. En las zonas rurales de los países en vías de desarrollo donde viven la mayor parte de los hambrientos, en las periferias degradadas de las grandes ciudades donde no hay condiciones higiénico-sanitarias para una alimentación sana, pero también en los sectores sociales pobres y deprimidos del mundo industrializado donde la falta de oportunidades y de recursos está asociada a formas “modernas” de malnutrición como la obesidad. Precisamente comprometiéndonos en las zonas del hambre, nuestras organizaciones han creado soluciones innovadoras para garantizar la autosuficiencia alimentaria y activar sistemas de producción agrícola sostenible.»
Don Luigi Ciotti, Presidente de Libera: «Debemos regresar al cuidado de nuestro planeta porque no puede existir una ética de la convivencia sin una ética de la tierra. La tierra no es solo generadora, es también maestra de vida. Enseña la constancia, la profundidad, la corresponsabilidad y -como bien común- indica el camino de la justicia social y de compartir».
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